En el artículo de hoy vamos a hablar de la alegría y cómo podemos fomentar esta emoción en nuestros hijos.
La alegría es una emoción que nos da fuerza.Además, la alegría tiene la función de liberar las tensiones del cuerpo, lo que nos aporta mayor claridad mental y mayor concentración para realizar cualquier actividad.
Cuando estamos alegres tendemos a experimentar una fuerte seguridad en nosotros mismos, somos más conscientes de nuestras habilidades y todo esto nos ayuda a ver el lado positivo de las cosas.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos con la emoción de la alegría?
Es muy importante darte cuenta de tus momentos de alegría, disfrutarlos y compartirlos con los demás.
Muchas veces no nos damos cuenta de nuestros momentos de alegría, porque estamos focalizados en otras emociones menos agradables. Esto no es más que un problema de hábitos.
¡Y cambiar ese foco depende de nosotros!
Como comentamos en este artículo, podemos ayudar a nuestros hijos a focalizarse en sus emociones de alegría. Esto es algo que se puede aprender y la mejor forma de hacerlo (como siempre digo) es a partir de nuestro propio ejemplo. Les ayudamos a aprender cuando ven que nosotros también nos enfocamos en las emociones de alegría.
No quiero decir que no escuchemos el resto de emociones, pero sí que seamos conscientes de nuestros momentos buenos y no pongamos el foco sólo en lo malo.
Recuerda que mantener en el tiempo un estado de alegría recupera la salud general de nuestro cuerpo, aumenta nuestras defensas, nos hace sentirnos más activos… Y todo esto ayuda, además, a fortalecer nuestras habilidades.
Recuerda también que ALEGRÍA necesita contagiar, compartir…
Así que, permíteselo a tu hijo. Permítele expresar su alegría de la manera que quiera (siempre intentando no ofender a nadie) y compártelo con él, contágiate de su alegría. Grita, salta, ríe, dale un abrazo, disfrutad juntos de esos momentos y expresarlos sin tapujos.
Genera tú también momentos de alegría con ellos. No olvides que la infancia se acaba muy, muy rápido y no todo son obligaciones y quehaceres.
Espero que te hayan gustado los consejos de esta semana.
Recuerda que si no te has descargado todavía la Guía Aprendiendo las emociones, puedes hacerlo de forma gratuita en mi web: nuriaandreu.com, puedes acceder desde el siguiente enlace:
Suscríbete y descarga la guía gratuita «Aprendiendo las emociones».
Te dejo también el enlace para adquirir el libro “Emoeducales” si te interesa.
Quiero el libro «Emoeduca-les».
Y si no quieres perderte ninguno de los vídeos puedes suscribirte en mi canal de Youtube y en mi página de Facebook.
Por último y como siempre, decirte que puedes compartir este vídeo si lo deseas (me encantaría que lo hicieras porque nunca sabemos a quién podemos inspirar y ese pequeño gesto puede ser algo más para otros).
Espero que tengas un feliz día.
Te espero en el próximo vídeo.
Un beso,
Nuria.
Yo no sé como gestionar esa alegría, mi hija desfasa cuando está alegre, y ya ni lavado de dientes, ni deberes, ni cena, ni abrigo… si tenemos tiempo para el ocio o la alegría, podemos disponer en tiempo seguido de media hora al día, más otra hora que aunque estoy en mi trabajo ella está conmigo y es una hora que no tengo mucho que hacer y puedo hablar con ella, jugar un poco, hacerle cosquillas, pero de forma comedida porque estamos en mi trabajo, nada de saltar y gritar y subirse por las mesas. No sé enseñarle alegría «medida» mientras hacemos otras cosas. Es una niña que no acepta las bromas, suele estar malhumorada, se frustra con mucha facilidad (a pesar de haberle dicho que no cuando tenía que ser no toda la vida y tener los limites clarísimos), y no sabe salir de ello ni se deja ayudar. Entonces qué puedo hacer para tener un ambiente alegre en casa? si ella no se deja, no tenemos apenas tiempo y en los quehaceres normales no entra la alegría poruqe tarda la vida para todo y cuando está contenta no controla y lo mismo tira todo por los aires que se pone a saltar en la mesa. Tiene 10 añazos pero es super terremoto.