Nuestras emociones son el resultado de una liberación de diferentes sustancias químicas en nuestro cuerpo.

Una liberación de sustancias que provoca cambios internos en el cuerpo que pueden ser más o menos agradables, dependiendo de la sustancia química asociada a la emoción que estemos experimentando.

Ya te he hablado alguna vez de esto en otros vídeos (puedes profundizar más sobre qué son las emociones en este vídeo), pero hoy quiero compartir contigo los errores que cometemos en la gestión de nuestras emociones.

Y es que desde que se inicia la emoción hasta que se libera, en nuestro cuerpo ocurren una sucesión de procesos internos que si nos permitimos sentirlos y experimentarlos, podremos liberar la energía de la emoción y recuperar el estado de equilibrio anterior a ese proceso.

Sin embargo, la mayoría de nosotros, lejos de permitirnos experimentar el proceso interno y natural de nuestras emociones, lo que hacemos es bloquearlo. Intentamos cortarlo, rechazarlo e impedir que suceda, o incluso de forma inconsciente lo acrecentamos.

Ocurre entonces que, sin ser conscientes del todo, terminamos impidiendo que el proceso natural de nuestra emoción concluya. Es entonces cuando acumulamos emociones no gestionadas en nuestro cuerpo, alargando y perpetuando que aparezcan cada vez con más y más fuerza en nuestra vida.

En mi canal de Youtube puedes encontrar un vídeo que puede interesarte mucho sobre gestión emocional inteligente, donde te hablo de las consecuencias de acumular y bloquear aunque sea de manera inconsciente nuestras emociones. Puedes encontrar este video haciendo clic aquí. 

Para gestionar de manera saludable nuestras emociones, tanto agradables como desagradables, y para poder liberarlas y no perpetuarlas en nosotros, necesitamos permitir que una vez iniciado su proceso concluya sin bloquearlo.

Necesitamos permitir que la emoción ocurra. Necesitamos permitirnos sentirla.

¿Eso quiere decir que nos tenemos que dejar atrapar por la emoción y actuar de forma impulsiva, dejándonos arrastrar por las sensaciones que sentimos en ese momento?

No, esto quiere decir que para poder liberar de manera saludable tus emociones tienes que permitirte sentirlas, incluso cuando la sensación de tu emoción sea desagradable.

Necesitamos permitir que finalice su proceso natural, necesitamos permitir su liberación.

Porque cuando no lo hacemos, cuando nos resistimos a sentir nuestras emociones, lo que hacemos es precisamente obtener el resultado que menos queremos, y lo que hacemos es perpetuarlas en nosotros.

En el vídeo de hoy voy a hablarte de los 5 hábitos más frecuentes que lejos de permitirte liberar tus emociones desagradables, lo que hacen es que acumules emociones no gestionadas en ti, haciendo que se repitan en tu vida y acumulando más angustia y dolor en ti.

Puedes hacer play para verlo, o continuar leyendo el artículo justo a continuación del vídeo. 

5 hábitos que perpetúan tus emociones desagradables 

Hábito 1 – Etiquetar a tus emociones como buenas o malas, como positivas o negativas.

No hay emociones buenas o malas, ni positivas o negativas. Cada una de las emociones que sentimos tienen una función, y las sensaciones que experimentamos con ellas también.

Unas se manifiestan con sensaciones más agradables y otras con sensaciones que lo son menos, incluso que pueden llegar a ser muy desagradables, pero eso no significa que sean malas, o sean negativas. 

Y lo que ocurre al etiquetarlas es que nos predispone a impedir sentirlas.

Cuando etiquetas de entrada a tus emociones, inconscientemente tiendes a bloquear aquello etiquetado como malo o como negativo y lejos de permitir el proceso natural de esa emoción, lo bloqueas y obtienes precisamente el resultado contrario: perpetuarlas más en ti.

Hábito 2 – Huir de toda sensación desagradable.

A nadie le hace ilusión sentir dolor, tristeza, o cualquier sensación incomoda, molesta o desagradable.

Sin embargo, necesitamos tomar conciencia que esas sensaciones, experiencias y emociones también forman parte de nuestra vida y que por más que intentemos huir de ellas no lo podremos conseguir.

Necesitamos aprender a fluir con la vida, tanto en los momentos agradables como en los desagradables.

Cuando intentas huir, resistirte o negar las sensaciones desagradables que la vida también tiene, estás de nuevo bloqueando su proceso de liberación y perpetuándolas por más tiempo en ti.

Hábito 3 – Centrar nuestra atención en argumentar con la mente cada vez que aparece una emoción desagradable.

¿Qué ha pasado? ¿Por qué me siento así? ¿Quién tiene la culpa? ¿Quién no? 

Todo esto, lejos de permitirte la liberación de esa emoción, lo que causa es precisamente el efecto contrario: hace que activemos de nuevo el proceso inicial de nuestra emoción, que se vuelvan a liberar nuevas sustancias y que se acreciente más y más la emoción inicial impidiéndonos liberarla.

Es importante indagar entonces en el mensaje que se haya en nuestras emociones, y para hacerlo necesitamos permitirnos sentir nuestra emoción.

Razonar sobre ella, no te ayudará ni a liberarla ni a escucharla. 

Hábito 4 – Querer controlar su proceso.

Cuanto más control quieras ejercer sobre tu proceso emocional y sobre las sensaciones que experimentas, más lo perpetuarás.

Tienes permitir el proceso tal y como se dé, sin intentar dirigir el proceso por tu mente, solo permitiéndote que la sensación sea la que es.

Cuando permites su proceso natural, te das cuenta que en cuestión de minutos se va.

Hábito 5- Identificarte con ellas y rechazarte a ti mismo o a ti misma por sentirlas.

Por favor, si es tu caso, deja de hacer eso.

Que en este momento de tu vida estés pasando por una etapa donde las emociones desagradables están presentes con fuerza en tu vida no significa ni que haya nada malo en ti, ni que el resto de tu vida será igual. 

Tú no eres tus emociones, ni tus circunstancias y que en estos momentos estés desbordado o desbordada por ellas lo único que indica es que has de buscar la manera de aprender a gestionarlas.

Nadie puede evitar que experimentemos dolor o situaciones desagradables en nuestras vidas, nadie.

Sin embargo, nosotros si podemos aprender a gestionar esas situaciones y emociones para que no nos desborden ni atormenten. Y ese aprendizaje depende únicamente de ti.

Recuerda Todo empieza en ti