Las palabras que utilizas son más poderosas de lo que crees. Nunca subestimes tus palabras, no subestimes el poder que tienen sobre ti.

Nuestras palabras tienen el poder de crear y el poder de destruir. Las palabras que utilizas habitualmente pueden hacerte sentir dichoso, pleno, confiado o hacerte sentir miserable, frustrado y tremendamente desdichado…

¿Te reconoces diciendo alguna de estas frases?

Que tonta soy…

Vaya cara tengo hoy…

No podría vivir sin ti…

¡¡Cuidado con hacer esto!!! Nunca subestimes tus palabras…

El impacto que las palabras tienen sobre tu vida es muy alto. Y no sólo hablo de las palabras que utilizas para comunicarte con los demás sino que las palabras que utilizas para comunicarte contigo mismo son aún más poderosas, ya que esa vocecita interior suele estar hablando contigo todo el día.

¡¡¡Eres lo que te dices a ti mismo!!!

Con nuestro lenguaje no sólo nos comunicamos y describimos las cosas que estamos viendo o sintiendo, sino que por medio del lenguaje generamos nuestra realidad. Por tanto, dependiendo de las palabras que uses para describir tu experiencia crearás tu propia realidad.

“No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”  (Epícteto)

Es decir, acabas siendo aquello que te dices una y otra vez. Si te repites constamente palabras negativas acabarás anulándote por completo.

En este artículo te animo a dar el paso y comenzar a cambiar como te hablas a ti mismo y cómo te comunicas con los demás. Para empezar tendrás que coger boli y papel y comenzar haciendo una lista de las palabras tóxicas que utilizas (Incompetente, inútil, feo, gorda, idiota, imposible, fracasado…). Una vez hecho esto, haz también una lista de aquellas frases que utilizas y te limitan, y que incluso te hacen sentir tremendamente mal (No le importo a nadie, sin ti no puedo vivir, soy un desastre, te necesito…)

Comienza a detectar esas palabras y frases tóxicas que están creando una realidad distorsionada de tu vida y elimínalas de tu lenguaje. Este ejercicio te ayudará a tomar conciencia de la cantidad de veces que te anulas o limitas y te ayudará a rectificar, cambiando las palabras que te dices a ti mismo, y su influencia sobre ti.

Date cuenta de que no es verdad lo que te dices pero que acaba conformando tu propia realidad. El poder lo tienes tú. Rectifica y utiliza un lenguaje más positivo y más respetuoso contigo mismo y con los demás. No te menosprecies nunca, ni le des poder a otros sobre tu felicidad.Cambia tu lenguaje y empezarás a ver cambios sorprendentes en tu vida.

Porque, recuerda… ¡Todo empieza en ti!

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Nos vemos la semana que viene con más contenidos. Un beso,

Nuria.