Hoy vamos a hablaros de la tristeza,

La tristeza es una emoción que no nos gusta nada ver nuestros hijos ¿verdad?

Bueno, ni en nuestros hijos ni en nadie en general.

Enseguida intentamos animarlos o quitarle importancia a lo que les ocurre porque queremos evitar que se sientan mal. Y lo hacemos realmente porque pensamos que quitándole importancia podemos ayudarles.

Pero realmente cuando hacemos esto no estamos permitiendo a los peques que gestionen su emoción. Lo que estamos haciendo es que miren para otro lado que la repriman de alguna manera.

Y esto es un error que cometemos muchos papas y yo me incluyo porque a veces también me pasa. Lo importante es aprender esto y tomar conciencia de que si intentamos animarles, quitando importancia a la emoción, no les ayudamos a gestionarla sino a reprimirla. A la larga esto les va a desconectar de sus emociones, que es lo que nos pasa a muchos adultos. Estamos desconectados de nuestras emociones porque nos enseñaron (con la mejor intención del mundo) a reprimirlas. A nuestros hijos tenemos que enseñarles que, en determinados momentos, es normal sentir tristeza. No es algo malo, es lo que es, es lo que sientes. Si te sientes así debes aprender a escucharte y permitirte sentir. Debemos enseñar eso a nuestros hijos, debemos permitirles sentir.

Si somos conscientes de esto es más fácil acompañarles.

¿Qué podemos hacer para acompañar y poder afrontar la tristeza de nuestros hijos?:

  • Date un momento para ver realmente a tu hijo y también para identificar qué te pasa a ti con las emociones de tu hijo. Date un momento para separar lo que es tuyo de lo que es de él.

 

  • Permite a tu hijo sentir su tristeza, incluso cuando te cueste verlo así. Permítele llorar si lo necesita, deja que exprese cómo se siente. No tienes que dar ninguna solución ni ningún consejo, solo permite que exprese la emoción, que la descargue hablando, llorando, en silencio… Cómo él lo necesite. Permíteselo.

 

  • Algo que te puede ayudar aquí es actuar como si fueras un espejo. Solo refléjale lo que ves… Ejemplo: “te veo triste”, “se te ve apenado, etc “

Pregúntale si es así, quizá este enfadado y no triste. Pregúntale pero sin forzar a que te conteste. Quizá necesita estar en silencio para asimilar, permite que fluya respetando su sentir.

  • Y por último acompáñalo: Recuerda lo que decíamos al principio. No trates de quitarle importancia a la emoción. Sólo tienes que estar presente.

¿Te acuerdas de tristeza en la película?

Si la has visto seguro que te recuerdas que alegría siempre quería callarla, esconderla, quitarla del medio y pasa todo lo que pasa por no permitir que tristeza se expresara.

Tristeza solo necesitaba que la escucharan…

Recordar esto te ayudará a acompañar a tus hijos y a cualquier persona. Tristeza sólo necesita amor, comprensión, cariño… No necesita soluciones.

Las soluciones vienen después, cuando hayamos permitido a tristeza expresarse. Entonces sí, ya podéis animarles a que busquen soluciones o actividades que les puedan hacer sentirse mejor.

Si lo hacemos antes no ayudaremos a que aprendan a gestionar, lo que haremos es enseñarles a reprimir.

El hecho de expresar cualquier emoción sea la que sea hace que nos sintamos mejor. Tristeza, particularmente, es el ejemplo más notable de ello.

¡Recuerda que tristeza solo necesita amor!

Acompaña a tus peques con presencia, escucha y amor… esto hará que se sientan mejor.

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Por último y como siempre decirte que puedes compartir este vídeo si lo deseas. Me encantaría que lo hicieras porque nunca sabemos a quién podemos inspirar y ese pequeño gesto puede ser algo más para otros.

Espero que tengas un feliz día

Te espero la semana que viene.

Un beso,

Nuria.