Emociones, 5 datos curiosos y sugerencias que te interesa conocer

Afortunadamente, cada vez prestamos más atención a nuestra conciencia emocional. Sabemos que nuestras emociones nos ayudan y nos orientan en nuestras vidas.

En este artículo, te cuento 5 curiosidades sobre las emociones que, desde mi punto de vista, son muy interesantes y convenientes que conozcas:

1º – La duración de una emoción es de 90 segundos

Y ahora mismo estarás pensando:
«Sí claro, 90 segundos… si llevo dos días con un cabreo…, ¡90 segundos dice!»
Vale voy a concretar más:
En términos químicos, la emoción dura 90 segundos, después de esos 90 segundos somos nosotros, con nuestros pensamientos, los que renovamos la emoción, y con ella de nuevo la reacción química, haciéndonos sentir cabreados, tristes, alegres…

Así que ahora que ya conoces este dato sobre las emociones, cuando te encuentres en una espiral de enfado, tristeza o miedo por ejemplo, puedes hacer estas dos cosas:
1) En vez de contar hasta 10, cuenta hasta 90 o 100 y así te dará tiempo a desintoxicarte de la reacción química, antes de actuar. Y,

2) Pregúntate: ¿Cuál es el pensamiento o la idea que estás teniendo y que está alimentando todas esas reacciones químicas que te hacen sentir así?

2ª Curiosidad: Alargamos la tristeza 240 veces más que otras emociones

Es decir, dentro de las emociones que más alimentamos con nuestros pensamientos se encuentra la tristeza.
Según un estudio, la tristeza dura hasta 240 veces más que otros sentimientos como la vergüenza, la sorpresa, el enojo o el aburrimiento.

En ese estudio, se mostró que la tristeza tardaba aproximadamente unas 120 horas en ser superada. Y que a la tristeza le seguía el odio.

Es cierto que muchas veces, esa tristeza es necesaria para superar una determinada situación, pero no estaría de más replantearnos si estamos alimentando esa emoción más de lo necesario, pudiendo fácilmente caer en una depresión.

3ª Curiosidad: Poniendo nombre a la Emoción que estás sintiendo consigues disminuir casi por completo las Sensaciones Físicas y las Reacciones Químicas que esa emoción produce en tu cuerpo

En palabras de Elsa Punset, (experta en inteligencia emocional):
“Es importante aprender a poner nombre y usar este nombre en nuestras emociones. Poner nombre a lo que nos ocurre por dentro calma el cerebro”

Que yo lo traduciría en:
“Es como si tu cerebro al poner nombre y por tanto identificar lo que te está ocurriendo dijera: ¡Por fin!… te has dado cuenta de lo que te quiero decir, ya puedo descansar”

Muchas veces nos cuesta poner nombre a lo que sentimos porque no tenemos un amplio vocabulario emocional. En general, solemos decir estoy bien o mal, pero nos cuesta concretar y expresar los estados emocionales que realmente estamos experimentando.

Escribir un diario emocional te puede ayudar a identificar y diferenciar los diferentes matices que tienen nuestras emociones. No es lo mismo sentir enfado por frustración, que por decepción, que por odio.
Cuanto más específicos seamos expresando nuestras emociones, más felizmente descansado estará nuestro cerebro.

4ª Curiosidad: Las emociones se contagian

Así que lleva cuidado de qué emociones te sueles rodear.

Esto tiene mucho que ver con las neuronas espejo. Todas las emociones se contagian, pero cabe destacar que las emociones positivas activan estas neuronas espejo, en mayor medida que las emociones negativas.

Científicos ingleses hallaron evidencias sobre el poder contagioso de la risa: Ante una carcajada automáticamente sonreímos, aunque sea de forma muy ligera. Seguro que te ha pasado alguna vez :)

Igual que cuando observamos a alguien sonriendo, automáticamente se activan esas neuronas espejo, que nos impulsan a sonreír :)

Así que, a partir de ahora no subestimes el poder de tu sonrisa :)

5ª Curiosidad: Muchas de tus emociones actuales son provocadas por emociones del pasado

Dentro de ti hay muchos recuerdos emocionales y existen también muchas “heridas emocionales”. Las “heridas” más profundas generalmente se han producido en tu infancia, en los primeros años de vida, o en algún momento de una primera experiencia.

La gran mayoría de nosotros, lo que hacemos es intentar tapar esas “heridas”, obviarlas, restarle importancia, “olvidarnos de ellas”. Y de hecho, muchas veces, incluso conseguimos finalmente taparlas, pero es un espejismo, porque solo lo conseguimos a nivel consciente.

Porque esas “heridas”, a pesar de lo que muchos de nosotros creemos, continúan estando ahí, permanecen activas a nivel inconsciente, y se van actualizando.

De forma que, cada vez que te encuentras con una situación donde tu mente, de forma totalmente inconsciente, asocia lo que te está ocurriendo ahora mismo con esa situación del pasado, las “heridas” se activan automáticamente y la emoción asociada a ese recuerdo se reactiva y reaccionas como si estuvieras viviendo la misma situación que te hirió en el pasado.

Tu situación del presente ha hecho recordar las viejas “heridas” del pasado y reaccionas como si estuvieras allí, usando los mismos patrones de conducta aprendidos que en la primera experiencia, repitiendo tu conducta aprendida.

Para evitar que esto te ocurra, debes observar tus emociones desde fuera, desde la posición de “Observador”. Se trata de despegarte de la situación y observarla con neutralidad para poder tomar conciencia y examinar si la experiencia que estás viviendo ahora está reproduciendo alguna herida en ti.

Porque solo sanando esas “heridas emocionales” conseguirás desactivarlas de tu inconsciente permitiendo que no condicionen tu presente. Y el primer paso para sanar esas “heridas” es reconocerlas.

5 curiosidades y 5 sugerencias que espero te sean de utilidad