Hoy nos toca hablar de miedos.

¿Quién de nosotros no ha sentido o siente miedo a algo?

¡Todos lo sentimos!

Es una emoción importantísima. Gracias al miedo estamos vivos, porque sirve para no actuar temerariamente y actuar con precaución. Sin miedo podríamos correr peligros sin darnos cuenta.

Su función es alertarnos y prevenirnos de cualquier peligro y amenaza y mantenernos alejados para asegurar nuestra supervivencia lo máximo posible. Es como una alarma que nos avisa. 

Podemos sentir miedo por cosas reales o imaginarias, que están en nuestra cabeza, pero que es muy improbable que ocurran.

Y tenemos que aprender a distinguir esto:

– Cuando tenemos miedo por algo real

– Cuando tenemos miedo por algo imaginario

Porque muchas veces nos creamos ansiedades y preocupaciones innecesarias.

Entre los miedos Imaginarios más comunes de nuestros peques están los miedos a fantasmas, a monstruos, a la oscuridad, a dormir o estar solos…

 

¿Qué podemos hacer los padres cuando aparecen estos miedos imaginarios?

1º Lo primero, como siempre, no restarle importancia…

2º No intentar razonar, las emociones no se pueden razonar. Cuando sientes miedo, ya puede venir quien sea con mil razones super lógicas que no vas a dejar de sentir ese miedo. Si no intenta recordar tú, si alguna vez alguien te pudo quitar el miedo razonando, seguro que no.

¿Qué necesita entonces esta emoción?

Miedo necesita protección.

Cuando tenemos miedo necesitamos sentirnos protegidos, seguros.

Sí, aunque los fantasmas no existan, aunque sepas que aquel perrito no le va a hacer nada… tu hijo se siente en peligro y necesita protección. Solo necesita protección. Acompáñale, quédate con él y no le fuerces a enfrentarse a algo que todavía no está preparado, por muy mayor que te parezca a ti.

El primer paso para trabajar el miedo con nuestros hijos es aceptar que lo tienen, y respetar que aun siendo a veces un miedo totalmente irracional, para ellos es totalmente real.

  • No le ridiculices por tener miedo.
  • Ten paciencia. Acompáñalo en los momentos que siente miedo, le ayudarás a tranquilizarse.
  • Y nunca le obligues a superar su miedo (por muy irracional que te parezca a ti).

Acompáñalo a superarlo pero sin forzar… poco a poco, pasito a pasito… con paciencia y amor.

Y hasta aquí mi aportación…

Recuerda: Miedo necesita Protección.

Si aún no tienes la Guía de Emociones descárgala en mi web:

Descarga la guía de emociones.

Te dejo también el enlace para adquirir el libro si te interesa.

Quiero adquirir el libro Emoeduca-les.

Y si no quieres perderte ninguno de los vídeos puedes suscribirte en mi canal de Youtube o en la página de Facebook.

Por último y como siempre decirte que puedes compartir este vídeo si lo deseas (me encantaría que lo hicieras porque nunca sabemos a quién podemos inspirar y ese pequeño gesto puede ser algo más para otros).

Espero que tengas un feliz día

Te espero la semana que viene.

Un beso,

Nuria.