El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional
El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional. Y aunque a todos nos gustaría vivir una vida de color de rosa, las cosas no son siempre tan fáciles como nos imaginábamos. Muchas veces nos imaginamos una vida en la que todo lo que experimentamos es positivo y sale bien a la primera, en la que todo lo que nos ocurre está alineado con nuestras expectativas y lo que esperábamos vivir. Sin embargo, la realidad es que rara vez transcurre así. Todos y cada uno de nosotros, a lo largo de nuestras vidas, experimentamos momentos en los que aparecen situaciones adversas. Momentos dolorosos donde ciertas situaciones o acontecimientos se alejan de nuestros planes, de lo que esperábamos, y en muchísimas de esas situaciones el dolor está presente y no lo podemos evitar. Créeme que estas situaciones adversas o experiencias dolorosas no son exclusivas de unos pocos desafortunados: todos, absolutamente todos nosotros, experimentaremos dolor en multitud de ocasiones en nuestras vidas, lo queramos o no. Por eso necesitamos tomar conciencia que la vida no es de color de rosa, y que vamos a pasar por muchísimas situaciones en la que no se van a cumplir nuestras expectativas, creencias o deseos. Lo que sí está en nuestra mano es aprender a gestionar esas situaciones dolorosas. De esto es de lo que quiero hablarte hoy. Puedes hacer clic justo aquí abajo para ver el vídeo o continuar leyendo si así lo prefieres. El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional Necesitamos tomar conciencia que el dolor, aunque es una emoción y una sensación difícil y desagradable, forma parte de la vida y va unida a situaciones inevitables que experimentamos, unidas a las pérdidas, a situaciones de cambios o a situaciones donde nuestras expectativas distan mucho de lo que en realidad está ocurriendo en nuestra vida. Es por ello que tomar conciencia que el dolor forma parte del proceso de la vida y es inevitable, a pesar de que muchas veces queramos rechazarlo, es lo que necesitamos para aprender a gestionarlo. Sin embargo, vivimos en una sociedad donde solo queremos experimentar placer y además placer inmediato, rechazando y resistiéndonos a experimentar cualquier cosa que se acerque al dolor o al malestar. Y esta es en realidad la principal causa por la que el dolor de muchas de esas situaciones o experiencias desagradables que experimentamos en nuestras vidas se convierten en un sufrimiento angustioso. Sin saberlo, somos nosotros mismos los que hacemos más angustioso nuestro dolor. Acrecentamos nuestro dolor con nuestros pensamientos y con nuestras resistencias, y en ese contexto entramos en una lucha y resistencia con la vida, con el exterior, con nosotros mismos. Reaccionamos contra la situación porque no queremos experimentar dolor, pero el dolor es inevitable y si no aprendemos a gestionarlo lo que hacemos es agrandarlo. Porque el dolor y el sufrimiento no es lo mismo. Como decía Buda: El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Y explicaba la diferencia entre dolor y [...]